Vamos a dibujar con los ojos cerrados. Esto puede ser de lo más divertido. Solo necesitáis un lápiz y un papel. Memoriza la imagen antes de cerrar los ojos. Cierra los ojos y dibuja de memoria el esquema de la imagen sin abrirlos. Esto dará a tus dibujos frescura y te impedirá juzgar la obra durante el proceso creativo.