Cuando nació la fotografía, oficialmente allá por el año 1839, se caracterizaba por su capacidad de reproducir la realidad de manera objetiva, o por lo menos eso pretendían. Con el paso del tiempo hemos ido observando que eso poco o nada tiene de cierto y como muestra un botón. Os proponemos el siguiente ejercicio:

Elegid un objeto cotidiano y que tenga un tamaño no demasiado pequeño para poder fotografiarlo y que ocupe todo el encuadre y realizad las siguientes fotografías.

  1. Fotografía objetiva, descriptiva, como si fuera un bodegón para un catálogo y con fondo neutro.
  2. Fotografía del objeto en su contexto.
  3. Fotografía descontextualizada/irónica/sugerente (El trabajo del fotógrafo Chema Madoz podría ser un buen referente).
  4. Fotografía abstracta del mismo objeto.

Para realizar el ejercicio se pueden usar todos los recursos que consideréis necesarios: movimiento, profundidad de campo, iluminación, desenfoque, etc.

Una vez realizado el ejercicio os proponemos reflexionar acerca de cuál de las cuatro fotografías os gusta más y por qué.

**Las fotografías son de la primer época de Chema Madoz e ilustran muy bien la idea de fotografía descontextualizada/irónica/sugerente.