¡No es oro todo lo que reluce!

El grupo de iluminación y retrato en fotografía se ha enfrentado a un desafío interesante y complejo. Han trabajado para simular que una luz cálida emitida por un foco antiguo ilumina un rostro.

¡Nada más lejos de la realidad! A continuación os presentamos una secuencia de cómo la luz ha ido cambiando, gracias al uso de flashes y gelatinas de corrección de color hasta conseguir el efecto deseado.